La concertada trabaja por la justicia social
- La escuela concertada es una escuela comprometida con la sociedad y lo demuestra cada día, pero especialmente, en los momentos difíciles como los que estamos viviendo. Es una escuela confinada pero abierta a atender las necesidades de quienes más sufren. Ante la pandemia sanitaria y social, ha redoblado su compromiso y ha adoptado una serie de medidas complementarias, dirigidas especialmente a los alumnos en situación de vulnerabilidad, como las que se recogen en el informe elaborado por Escuelas Católicas con los datos proporcionados por 338 centros que representan a 240.715 alumnos y que nos ofrecen una muestra significativa del sector.
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- Así, por ejemplo, una vez identificados a los alumnos que no disponen de los medios tecnológicos mínimos o de la conectividad adecuada, los colegios han prestado sus propios ordenadores y dispositivos y están consiguiendo otros en colaboración con autoridades locales, editoriales o empresas tecnológicas. Además, se están logrando tarjetas SIM con datos y subvenciones para Internet facilitadas por algunas ONG y comunidades autónomas.
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- Para aquellos alumnos con acceso limitado a Internet o dispositivos, se procura adaptar los horarios de los encuentros virtuales a momentos en los que el dispositivo no se utiliza por ningún otro miembro de la familia y se complementa la comunicación a través de la plataforma con envíos de mensajes al móvil, correos electrónicos o llamadas telefónicas.
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- En algunos centros se está atendiendo a las familias con dificultades económicas agravadas por la situación actual y que no tienen suficientes recursos, por ejemplo, becando a familias para hacer la compra, destinando las ayudas de comedor a la realización de repartos de comida o colaborando con Servicios Sociales u ONG.
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- En cuanto a los alumnos de minorías étnicas o inmigrantes con desfase curricular o desconocimiento del idioma, los colegios de Escuelas Católicas están trabajando de forma coordinada con los servicios sociales del entorno, creando con ellos una vía de comunicación a través de las plataformas educativas y encargándose de hacer el seguimiento de la familia.
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- Atención aparte merecen los alumnos con necesidades educativas especiales. Los que tienen acceso a las plataformas educativas adaptadas reciben su material personalizado por esa vía, y con el resto se emplean mismas alternativas que las mencionadas anteriormente. Se presta acompañamiento a las familias con recursos adaptados, sesiones on-line (si es posible) y llamadas telefónicas, designando una persona de referencia que les transmite las tareas académicas y que les acompaña en cuestiones emocionales, de atención, autonomía, etc. Se elaboran actividades de audio para alumnos con deficiencias visuales y mensajes escritos para alumnos con deficiencias auditivas. Para los que presentan problemas lingüísticos, se organizan vídeo llamadas con logopedas para seguir trabajando sus dificultades.
- La escuela concertada es una escuela solidaria que pone sus recursos a disposición de los demás y lo está demostrando movilizándose ante la pandemia con numerosas iniciativas promovidas por los colegios y las instituciones de Iglesia para ofrecer servicio, ayuda y asistencia a la población en general, y a los colectivos más vulnerables en particular. En la web de Escuelas Católicas se pueden ver algunas de las muchas iniciativas solidarias que se están realizando. Desde piezas para respiradores, hasta asistencia telefónica para ofrecer compañía a las personas que están solas, pasando por la fabricación de protectores faciales, mascarillas, batas, alojamiento para sanitarios y para personas sin hogar, donación de material sanitario, comedores sociales, asistencia a familias en exclusión, entrega de alimentos, y un largo etcétera.
- Hoy, más que nunca, las instituciones de Iglesia y los colegios en medio del coronavirus están ofreciendo una lección de misericordia hacia los más necesitados, preocupándose y ocupándose de los más vulnerables. Son muchos los católicos, curas, frailes, monjas y obispos que estos días están dispuestos a jugarse la vida por los demás acompañando, consolando, transmitiendo esperanza. En las últimas semanas de pandemia, el Arzobispado de Madrid, por ejemplo, ha contabilizado más de 100 sacerdotes y religiosos fallecidos.
- La escuela concertada contribuye a conseguir una mejora del bienestar de todos y de ahí la importancia que otorga al deporte escolar, entendido no solo como ejercicio físico, sino también de socialización. Por ello, considera fundamental su promoción dentro de la escuela como un aprendizaje fundamental en la vida y para el desarrollo integral de los niños. Así lo hace, desde hace 25 años, el Ente de Promoción Deportiva Eusebio Milán Deporte Escolar, del que forman parte 126 entidades deportivas vinculadas a centros educativos de España. En 2019 se alcanzó una participación de 177 equipos y 2.665 deportistas entre los Juegos Escolares Nacionales EMDE y los Juegos Internacionales FISEC.
- Los centros educativos concertados desde hace años desarrollan una importante labor en el ámbito de la inclusión sociolaboral de las personas con discapacidad. El convenio firmado a finales de 2019 entre Escuelas Católicas e Inserta Empleo, entidad de la Fundación ONCE para la formación y el empleo de las personas con discapacidad, para fomentar el empleo de las personas con discapacidad dentro de la institución, es buen ejemplo de ello.
- Los proyectos que tienen un impacto positivo sobre el entorno siempre son bien acogidos y asumidos por la escuela concertada. La mayoría de ellas trabajan y colaboran activamente con las entidades sociales de su entorno bien asumiendo sus campañas solidarias, colaborando en la recogida de alimentos, integrando sus proyectos de voluntariado para jóvenes, realizando con los alumnos visitas a estas instituciones que trabajan con los más necesitados, instalando contenedores en los colegios para recoger ropa, etc.
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- La colaboración, por ejemplo, con Cáritas, Cruz Roja… es habitual en los colegios concertados. En momentos de crisis como el que estamos viviendo como consecuencia de la pandemia provocada por el COVID-19 esa colaboración se ha visto reforzada. Así lo explica, por ejemplo, el Director Colegio Virgen de la Chanca (Almería).
- El compromiso social forma parte de la esencia de los centros concertados y, en especial, de los católicos. Aprendizaje y Servicio, voluntariado, grupos interactivos, etc. son experiencias de solidaridad habituales en los centros con los que se busca el crecimiento integral de la persona y a su vez la transformación del entorno. Escuelas Católicas cuenta con un programa específico, “Tejiendo compromiso social”, con el que quiere visibilizar, impulsar y crear una red para compartir las actividades y programas de compromiso social que ya están realizando los centros o que pueden realizar en el futuro.
Información extraída de Escuelas Católicas, mes de la educación social