Cada 30 de enero recordamos en todos los centros educativos la importancia de vivir en un mundo en paz, es un derecho de todos los seres humanos. Este viernes pudimos hacer un parón en nuestros horarios y reflexionar sobre la importancia de ser gente de paz. Debido a ello, este año quisimos hacer mención especial a la figura del cooperante.
Y un claro ejemplo lo tenemos en la familia Marianista, Pedro Castañeda, antiguo alumno, profesor del colegio y religioso marianista. Ha dedicado su vida a la educación y al servicio de los más pobres.