Miro al futuro y veo miedos y esperanzas, incertidumbre y certeza, oportunidades, horizonte, llamadas… pero ¿cuáles serán mis respuestas? El futuro me llama y por eso es bueno dedicar también un tiempo para mirar a mi interior, para leer mi vida y ejercitar mi corazón para aprender a responder, a elegir, a decidir de forma que sea verdaderamente libre.